Abrazarte y darte un beso en la mejilla para que despiertes. Una dosis de cosquillas acompañadas de risas interminables, abrazos y besos para calmar las respiraciones agitadas por el juego. Un desayuno juntos con una conversación sin sentido pero agradable, un día frente al televisor o fuera de casa, haciendo cosas que sólo tú y yo le encontremos la gracia, que sólo a ti y a mi nos haga recordar después con una sonrisa. Pasar el rato juntos sin aburrirnos uno del otro aunque sólo estemos mirando nuestros rostros. Una cena romántica a nuestro modo, con velas o quizás no, con música tranquila o para bailar un poco alocados, un postre preferido el que más nos guste acompañado de risas, anécdotas y nuestra simple compañía. Un cielo estrellado por la ventana con la luz de la Luna escabullendose por ella, una cama con nosotros en ella sentados o acostados pero siempre tan juntos para poder sentirnos con esa silenciosa conversación interminable de besos, abrazos y caricias hasta terminar dormidos uno en los brazos del otro.
Un día así sería perfecto, y varios estaría mucho mejor.
Espacio abierto para los amantes de las letras, para los que gusten deleitar de pensamientos, poemas de amor y desamor.
miércoles, 10 de febrero de 2016
Juntos por siempre.
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