¡Claro que creo en el amor! De lo contrario no tendría tantos versos escritos acumulandose en mi habitación, no tendría tantas historias en la cabeza.
En lo que no creo es en restringir las muestras de amor a un sólo día. ¿Cuántos no se gastarán hoy mucho dinero en un regalo para mañana volver a la rutina de ignorar a su pareja?
Soy fiel creyente de los detalles inesperados, de las caricias furtivas, de los abrazos que te sorprenden por la espalda.
Busquemos en lo profundo del otro y averigüemos qué es lo que quiere, en lugar de sólo pensar en lo que queremos nosotros en una relación.
Disfrutemos escuchar, puedes aprender mucho sobre esa persona; sus sueños, lo que le gusta, sus miedos...
Hoy, planea más que una cena o una salida (que tampoco está mal), planea también como dar lo mejor de ti sin dejar de ser tu, a estar al lado del otro sin querer poseerlo y anularlo. Planea amar mejor.
¿Y por qué no? Planea quizás toda una vida junto a tu amor.
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