Una mañana
un joven recibió una llamada de su ex novia, en la cual le decía: “…yo también
sentí lo mismo que tú anoche. Te espero dentro de una hora en el parque, junto
al pequeño muelle del lago”.
El puso el teléfono en su lugar y su impresión fue un poco aterradora ya que un día antes había soñado a su ex novia, con la cual había quedado en malos términos y por rencores y orgullos ambos perdieron la comunicación de pareja y amistad.
Tomo una ducha, se arregló y pensó en decirles a sus amigos que Ella le había llamado, pero prefirió dejarlo en privacidad, total era el momento para que ambos volvieran a cruzar palabras, ya que el orgullo no debe ser eterno, ni mucho menos un castigo en juicio.
El joven se dirigió al parque, se acercó al pequeño muelle y se sentó observando y pensando ¿qué iba a pasar, qué le diría a su ex novia, de qué iba a hablar? Miraba la gente pasar y entre esa gente la vio. Su ex novia se acercaba a él de forma misteriosa… la vio extraña; vestía totalmente diferente, no llevaba sus ropas frecuentes, ahora vestía de blanco, que hacía ver en su rostro una extraña palidez; su mirada reflejaba una paz inmensa… lucía tan hermosa, era como si emanara rayos de luz; vestía unos zapatos impecablemente limpios del mismo color del vestido. El intentó decirle ¡hola!, pero Ella le dijo… ¡caminemos!
Ella inició la conversación…
-“He sabido que has estado triste y que has tenido muchos problemas. Te he soñado llorando, te he escuchado gritar afuera de mi casa, y no me acercaba a ti debido a las circunstancias, debido a tontos orgullos; yo sé que tú no querías saber nada de mí… y no te culpo. Ambos nos lastimamos demasiado, nos hicimos mucho daño y logramos alejarnos. No vengo a discutir, sólo he venido a decirte que, aunque las cosas no se arreglaron en su debido momento, creo que nunca es tarde. ¿Sabes?, esperé que tú me llamaras para poder platicar, pero tu llamada nunca llegó. El esperarte, el pensar en ti, borró mi apetito, se robó mis días de sol. Sin embargo guardé fe y dije: “Él llamará…”, más nunca lo hiciste. No te culpo pero sí te comprendo. Sé lo que sentiste anoche, sé lo que te pasó… yo también lo sentía en ese momento, pero con mucho más dolor. Grité tu nombre mil veces, y grité mil veces perdón. ¡Qué lástima que no hayas llamado! Pero… ¿sabes mi amor?, creo que nunca es tarde para perdonar, y si te pedí que vinieras al parque fue para entregarte esto…”
Ella puso en sus manos una Cruz, la cual es símbolo del amor entre los dos.
“Esta es mi Cruz… es quien soy. Te amo y quiero que la conserves contigo por el resto de tu vida”
El se quedó sin palabras mientras gruesas lágrimas resbalaban por sus mejillas.
La gente lo miraba y lo señalaban… alguien le preguntó:
-“Joven… ¿está usted bien?”
Él respondió:
-“Sí… ¿por qué?”
-“Lo veo caminar y lo veo llorar, ¿le sucede algo?”
-“Nada… gracias, simplemente estoy conversando con Ella”
La persona que preguntó se retiró extrañada del lugar.
El acompañó a su ex novia hasta su casa, Ella le pidió por favor que la esperase afuera y él accedió. Nunca lo había hecho esperar en el patio. Se quedó 10 minutos esperando y no regresaba. De pronto escuchó voces y vio salir de la casa a los amigos de Ella, todos con caras muy tristes y ojos llorosos… lo abrazaron y le dijeron:
-“Se fue… se nos fue”
Una extraña sensación recorrió todo su cuerpo y entró corriendo a la casa, entró en la recámara de su ex novia; en ella se encontraba la mamá de Ella abrazada al cadáver de la Chica el cual reflejaba en su rostro una gran tristeza.
El joven con llanto y un nudo en su garganta preguntó a la señora:
-“¿Qué sucedió?, dígame ¿qué sucedió?”
-“Dice el doctor que murió de tristeza; ella dejó de comer, de reír. No sabemos si el desamor la alejó de todo, no sabemos si el sentimiento de culpa la hizo infeliz. ¡Te ha dejado esta carta!...".
El comenzó a leer la carta:
-“¿Sabes mi amor?, yo también sentí lo mismo que tú… el aire empieza a faltarme, intento gritar pero no puedo, luces blancas iluminan mi recámara… me voy para siempre amor. Gracias por haber ido al lago… gracias por estar aquí. Aunque en vida no me pediste perdón, sé que ahora lo harás frente a mí”
Él miró el cuerpo inerte de su ex novia y sólo dijo:
-“¡Ahora amor Perdóname Tú a mí!”.
Reflexión: En el amor, en la amistad, en los lazos de familia, no tiene por que cegarnos el rencor, no tiene por que matarnos la ira todos somos seres humanos y lastimamos de igual manera aprende a perdonar a cada una de esas personas que tu quieres y tu también aprende a pedir perdón.. no dejes para mañana esto mejor corre y abraza a esa persona mírala a los ojos y sientan lo bello que es poder vivir.
El puso el teléfono en su lugar y su impresión fue un poco aterradora ya que un día antes había soñado a su ex novia, con la cual había quedado en malos términos y por rencores y orgullos ambos perdieron la comunicación de pareja y amistad.
Tomo una ducha, se arregló y pensó en decirles a sus amigos que Ella le había llamado, pero prefirió dejarlo en privacidad, total era el momento para que ambos volvieran a cruzar palabras, ya que el orgullo no debe ser eterno, ni mucho menos un castigo en juicio.
El joven se dirigió al parque, se acercó al pequeño muelle y se sentó observando y pensando ¿qué iba a pasar, qué le diría a su ex novia, de qué iba a hablar? Miraba la gente pasar y entre esa gente la vio. Su ex novia se acercaba a él de forma misteriosa… la vio extraña; vestía totalmente diferente, no llevaba sus ropas frecuentes, ahora vestía de blanco, que hacía ver en su rostro una extraña palidez; su mirada reflejaba una paz inmensa… lucía tan hermosa, era como si emanara rayos de luz; vestía unos zapatos impecablemente limpios del mismo color del vestido. El intentó decirle ¡hola!, pero Ella le dijo… ¡caminemos!
Ella inició la conversación…
-“He sabido que has estado triste y que has tenido muchos problemas. Te he soñado llorando, te he escuchado gritar afuera de mi casa, y no me acercaba a ti debido a las circunstancias, debido a tontos orgullos; yo sé que tú no querías saber nada de mí… y no te culpo. Ambos nos lastimamos demasiado, nos hicimos mucho daño y logramos alejarnos. No vengo a discutir, sólo he venido a decirte que, aunque las cosas no se arreglaron en su debido momento, creo que nunca es tarde. ¿Sabes?, esperé que tú me llamaras para poder platicar, pero tu llamada nunca llegó. El esperarte, el pensar en ti, borró mi apetito, se robó mis días de sol. Sin embargo guardé fe y dije: “Él llamará…”, más nunca lo hiciste. No te culpo pero sí te comprendo. Sé lo que sentiste anoche, sé lo que te pasó… yo también lo sentía en ese momento, pero con mucho más dolor. Grité tu nombre mil veces, y grité mil veces perdón. ¡Qué lástima que no hayas llamado! Pero… ¿sabes mi amor?, creo que nunca es tarde para perdonar, y si te pedí que vinieras al parque fue para entregarte esto…”
Ella puso en sus manos una Cruz, la cual es símbolo del amor entre los dos.
“Esta es mi Cruz… es quien soy. Te amo y quiero que la conserves contigo por el resto de tu vida”
El se quedó sin palabras mientras gruesas lágrimas resbalaban por sus mejillas.
La gente lo miraba y lo señalaban… alguien le preguntó:
-“Joven… ¿está usted bien?”
Él respondió:
-“Sí… ¿por qué?”
-“Lo veo caminar y lo veo llorar, ¿le sucede algo?”
-“Nada… gracias, simplemente estoy conversando con Ella”
La persona que preguntó se retiró extrañada del lugar.
El acompañó a su ex novia hasta su casa, Ella le pidió por favor que la esperase afuera y él accedió. Nunca lo había hecho esperar en el patio. Se quedó 10 minutos esperando y no regresaba. De pronto escuchó voces y vio salir de la casa a los amigos de Ella, todos con caras muy tristes y ojos llorosos… lo abrazaron y le dijeron:
-“Se fue… se nos fue”
Una extraña sensación recorrió todo su cuerpo y entró corriendo a la casa, entró en la recámara de su ex novia; en ella se encontraba la mamá de Ella abrazada al cadáver de la Chica el cual reflejaba en su rostro una gran tristeza.
El joven con llanto y un nudo en su garganta preguntó a la señora:
-“¿Qué sucedió?, dígame ¿qué sucedió?”
-“Dice el doctor que murió de tristeza; ella dejó de comer, de reír. No sabemos si el desamor la alejó de todo, no sabemos si el sentimiento de culpa la hizo infeliz. ¡Te ha dejado esta carta!...".
El comenzó a leer la carta:
-“¿Sabes mi amor?, yo también sentí lo mismo que tú… el aire empieza a faltarme, intento gritar pero no puedo, luces blancas iluminan mi recámara… me voy para siempre amor. Gracias por haber ido al lago… gracias por estar aquí. Aunque en vida no me pediste perdón, sé que ahora lo harás frente a mí”
Él miró el cuerpo inerte de su ex novia y sólo dijo:
-“¡Ahora amor Perdóname Tú a mí!”.
Reflexión: En el amor, en la amistad, en los lazos de familia, no tiene por que cegarnos el rencor, no tiene por que matarnos la ira todos somos seres humanos y lastimamos de igual manera aprende a perdonar a cada una de esas personas que tu quieres y tu también aprende a pedir perdón.. no dejes para mañana esto mejor corre y abraza a esa persona mírala a los ojos y sientan lo bello que es poder vivir.
No hay comentarios:
Publicar un comentario