martes, 12 de enero de 2016

Hoy abrí los ojos… pero te cerré mi corazón.


Que ironía de la vida ¿cuántas veces he escrito de amor y he dicho que el amor no duele? pero ahora quiero decirte que sí duele; duele porque te das cuenta que tu sí sabes amar, que das todo y no guardas nada, que no dejaste reservas para nadie… que diste tanto que te quedaste sin nada. Después de soñar despierto casi un año, hoy abro los ojos… la realidad es cruda pero es lo mas honesto para tu corazón, ¿de qué te sirve seguir sufriendo y soñando? porque soñar no cuesta nada…
No te odiaré, porque sería una gran contradicción … ¿cómo podre odiar a aquella que trajo un mundo de ilusiones, un saco de inspiraciones, un mar de sentimientos que despertaron cuando creí que estaban perdidos en un amor pasado?
Tu sacaste mi mejor versión, el hombre amoroso, tierno y cursi; ese hombre que se había prometido no volver a enamorarse, aquel que reconstruyó por partes su corazón después de haber sido roto una vez más.
Sí, hay amores que nos destrozan, pero que no somos capaces de dejar de lado. Tenemos que aprender a amar con medidas; tanto nos aman, tanto amor entregamos. Es necesario aprender a respetarnos como personas… quisiera tener la fórmula perfecta para amar, que cuando te estés pasando de exceso de amor, se prenda un foco con un letrero que diga: ¡Peligro! estas amando en exceso y te estas olvidando de amarte a ti.
Cuando me dicen que tengo que olvidarte, es cuando más te recuerdo; y cuanto más me dicen que no me convienes, más quedo pensando en ti. Soy consciente de que es cierto: no me haces ningún bien, pero no puedo evitar quererte como te quiero. No puedo borrar de una pincelada todas las cosas que hemos pasado juntos. Leí revistas de auto-ayuda, de médicos y todo lo necesario para salir adelante y no podía, era como que me ponían cemento en los pies y no me podía mover. Sabía que estaba mal, que no me respetaba… pero estaba tan emocionalmente acabado que ya ni sabía lo que era el respeto propio. Yo no lo podía comprender, estaba en un hoyo del cual yo mismo rehusaba salir, porque si dejaba que mi otro yo aflorara no te vería más.
Cuando toqué fondo y sentí que mi vida era un hilo, reaccioné, me levanté de entre las cenizas como pude…
Ese día me levanté, volví a mirar la vida con buenos ojos, busqué ayuda, sabía que aún te amaba porque no se puede dejar de amar con sólo decirlo, pero hay que sanar heridas y ser valientes… mantenerse firmes al tomar una decisión.
Retomé mi vida, volví a reinventarme y saldré adelante. Pisé fuego, pasé por valles oscuros, todo lo malo lo viví, pero hoy que ya es pasado…
Estoy escribiendo el fin de mi historia …nuestra historia. Y ¿sabes? aun me dueles, pero estoy segura que después de esto, no habrá una página más donde aparezcas… porque hoy abrí los ojos pero te cerré mi corazón. Con esto no digo que cerraré mi corazón a cuanta mujer se acerque, simplemente lo estoy cerrando a ti.


Autora: Ofelia Sanchez

1 comentario:

  1. Que palabras tan justas...es mi historia y hoy realmente abrí los ojos y cerré mi corazón para Sebastián.

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