Esta historia no puede tener un final feliz.

No tengo el valor de mirarte a los ojos porque me perdería en el iris de los mismos, no te podría volver hablar porque me quedaría atrapado entre tus labios, es por eso que decido marcharme ahora y dejarte todo mi amor en esta carta.

Tu sabes más que nadie que esta historia que tenemos no puede tener un final feliz, sabes muy bien que los dos vamos a sufrir y mucho, y he pensado decirte adiós ahora que aún saboreamos lo que es la felicidad de poder amarnos felizmente. También sabes que nunca quise a nadie como te quiero a ti y que me resulta muy complicado imaginar que alguna vez en mi vida pueda sentir este amor con otra persona, pero no tengo otra salida que decirte adiós amada mía.

No me voy de vacío. Perdona si me llevo varios de tus besos, de tus caricias y de tus abrazos, también perdona si soy dueña de las risas y de los secretos, yo meto todo esto en mi maleta junto al olor de tu pelo, el sabor de tus besos y el sonido de tu hermosa voz.