miércoles, 18 de abril de 2018

Ella era hermosa.

Era hermosa, pero no como esas chicas de las revistas. Ella era hermosa, por la forma en que pensaba. Ella era hermosa, por esa chispa en sus ojos cuando hablaba de algo que ella amaba. Ella era hermosa, por la capacidad de hacer que otras personas sonríen, incluso si estaba triste. No, ella no era hermosa por algo tan temporal como su aspecto. Ella era hermosa, en el fondo de su alma.

Su voz tiene la facilidad de enloquecer los latidos de mi corazón. Sus ojos despiertan lo dulce que puede haber en mi esencia. Su sonrisa controla mis ánimos. Élla aun es la única persona que puede hacer que mi estomago sea un remolino de mariposas.

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